La zona arqueológica de Tula, localizada al
norte de la Cuenca de México, es el asentamiento que posterior al periodo
Epiclásico o Clásico Tardío, unificó, a través del comercio y la conquista un
vasto territorio en Mesoamérica, notándose sus influencias desde la zona del
bajío hasta la Península de Yucatán, y aún hasta El Salvador y Nicaragua.
Su
posición estratégica le permitió controlar productos como la turquesa,
proveniente del norte de Mesoamérica.
Las primeras evidencias de ocupación en
esta zona corresponden al momento en que Teotihuacán iniciaba su declive como
centro rector de Mesoamérica.
A mediados del S. VII se inicia la construcción
del primer núcleo urbano de la ciudad de Tollan Xicocotitlan, llamado Tula
Chico y las primeras representaciones de Quetzalcóatl en relación con el
planeta Venus; pero es hacia el Posclásico Temprano que Tula llega a su época
de mayor apogeo, se construye Tula Grande y las redes comerciales de la ciudad se
expanden hasta Centroamérica.
Los Atlantes son las figuras más
representativas del lugar, ya que son 4 esculturas talladas en piedra que
representan a guerreros toltecas de la época, y que posan en lo alto de esta
zona.
Estas esculturas están formadas por lo que
parece un arma en la mano derecha y un pectoral en forma de mariposa,
similitud de alguna armadura antigua. En tu próximo Paseo Por Hidalgo no te puedes
perder el visitar este gran sitio de historia.
¿Ya has ido a este lugar? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.
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